Restaurante
1979 marcó el final de una década pero también el comienzo de una historia que aún hoy se sigue escribiendo. Fue en ese año que O Silva abrió sus puertas por primera vez. La idea de que se come bien en Ribeira Grande, pasó muchas veces por las mesas corridas de nuestro restaurante aún en costaneira y follaje de conteira.
El carácter regional, la tradición y la frescura son cualidades que nos definen. Servimos diariamente pescados y mariscos frescos, productos hortícolas que resultan de producciones propias y carne de cerdo, chorizo y morcilla elaborados con recetas familiares que se transmiten de generación en generación.
Ofrecemos un espacio amplio y moderno que ha sido ampliado y remodelado, buscando ofrecer el mejor servicio y comodidad a nuestros clientes. No nos gusta pensar en estas remodelaciones como una modernización del restaurante O Silva, sino más bien como una aproximación a nuestros clientes, una forma de mostrar que mantenemos, desde el primer día, la voluntad de servir bien.
Esta es la sensación que tendrá cuando nos visite. La certeza de que estamos en el siglo 21, pero con los sabores y aromas de 1979.
Testimonios
Este restaurante ofrece algo distinto además del pescado fresco: preparan un sabroso arroz caldoso de pescado que merece la pena probar.
Llegamos sin conocer el lugar y fue perfecto: precios asequibles, sopas del día deliciosas y platos abundantes. Un gran descubrimiento en Ribeira Grande.
Servicio atento y productos de gran calidad, sobre todo el pescado; el personal es amable y el restaurante muy bonito. Un sitio indispensable en São Miguel.
Fue uno de los mejores restaurantes de nuestro viaje: volvimos dos veces. Las massadas y arroces son generosos y a buen precio, y el servicio es muy amable y profesional.
Excelente comida, especialmente las cracas y el arroz de marisco; las raciones son enormes y los postres muy buenos. Servicio impecable.
Comida genuina de las Azores: cracas, lapas, pulpo tradicional y morena frita. La atención es familiar y recomiendan vinos locales; una visita obligada.
Recomendado por una lugareña, nos atendieron amablemente incluso después de las 15:00. No dejéis de probar el arroz de marisco; como postre nos ofrecieron una degustación de varios dulces.